jueves, 10 de abril de 2008

SALVACIÓN

Tú irrumpiste en mi puerta,
capturaste mi destino... mi salvación.
Mis ojos no podía ver, apenas si respiraba... mi salvación.
Unos sólo sufren, otros tienen suerte como yo al encontrarte.
Quédate aquí
Salvation, Per Gessle.

Han pasado cuatro años desde que sus ojos se toparon con los míos y me vi reflejado en la más dulce de las miradas, de la cual ya no quiero irme nunca. Sé que él algún día les contará cómo fue ese primer encuentro y no es que no lo recuerde. Tengo grabados cientos de detalles que hicieron ese encuentro una experiencia única. Siempre nos hemos asombrado de que hubieran tantas circunstancias que propiciaran nuestro acercamiento inicial. La hora, el lugar, la música que nos acompañó (gracias Telestereo), pero sobretodo el encontrarnos cuando nada nos oprimía, cuando habíamos podido despojarnos y dejar atrás nuestras malas experiencias, nuestros miedos, nuestras inseguridades que tantos malos pasos nos habían inducido a cometer. Creo que eso es fundamental. Teníamos el corazón y la mente abierta pero nuestras garras estaban bien cortaditas para no aferrarnos irracionalmente al primero que nos gustara. No, ya habíamos pasado por eso. Coincidimos en conocernos cuando nuestras expectativas eran conocer a alguien en el sentido más completo para luego dejar que el corazón se entregue. Ya habían pasado muchas lágrimas, habíamos descendido hasta el mismo infierno, con las decepciones, los desencantos y fracasos. A veces pensábamos que ya no había opciones, que el amor no existía y que al final acabaríamos solos. ¡Qué suerte que estábamos equivocados! Hoy, cuatro años después seguimos juntos, con muchas ganas de seguir amándonos mucho tiempo más, con muchos planes y proyectos juntos. Me siento afortunado, encontré a alguien muy especial con quien compartir mi vida y hacerla mucho más agradable y plena. (Escrito por Umbriel)

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