sábado, 19 de septiembre de 2009

UNA LOCA AVENTURA (VAMOS A LA PLAYA)

Estar en Miami y no ir a la playa era imperdible, Radel lo sabía y habiendo amanecido ya con un hermoso sol (¡por fin!) propio de la Florida, me comentó la idea de ir a broncearnos junto con sus amigos a la “playa que ellos siempre iban”. El camino fue largo hasta que por fin llegamos a Fort Lauderdale, dejamos el carro en un estacionamiento, bajamos unas escaleras y cruzamos la Collins Av. por un túnel y al subir ya estábamos pisando arena, cruzamos unos matorrales y de pronto… estaba en una playa nudista!!!. Primero me quedé petrificado hasta acostumbrarme a la vista, Radel se rió a carcajadas de mi expresión de asombro, un “no es obligatorio estar desnudo” me regresó al paraíso, digo… a la realidad. Lo que siguió después fue la sensación de libertad más deliciosa que pude tener, nadar desnudo en el azul Atlántico sintiendo sus aguas tibias en todo mi cuerpo ¡fue increíble! y después secarme al sol tirado en la arena, aún más!, eso sin contar los deliciosos cuerpos “naked” que pululaban a nuestro alrededor, wow!

En fin, este fue un viaje de muchas experiencias y todas ellas distintas y muy importantes para mi vida, aprendí mucho de Radel y de su vida tan gay y tan natural a la vez. Con Blanca valoré mucho el valor de la amistad y del compañerismo y de la necesidad que todos tenemos de alguien a nuestro lado para disfrutar cada instante de nuestras vidas.

Y finalmente, viví como cualquier gay que vive allá, caminé por esas calles que son sus calles, entré en sus tiendas, bailé en sus discotecas, me escabullí entre sus matorrales y sin querer hasta me bañé desnudo en sus playas, ¿que más podía pedir?

(Escrito por Oberón)

miércoles, 9 de septiembre de 2009

09-09-09

Hoy es un día especial. Me he ausentado de la blogosfera en los últimos meses porque he estado super cargado de trabajo pero no podía dejar pasar esta fecha que tiene un matiz cabalístico. Día 09, del mes 09, del año 2009. Pero que además para Oberón y para mí significa un mes más de estar juntos. Ya son 64 meses juntos!
En todo este tiempo hemos aprendido mucho el uno del otro y siento que tengo que agradecerle a Oberón, mi compañero, muchas cosas que nunca pensé llegarían a pasarme.
Y es que tener a alguien como él ha hecho que haya felicidad en mi vida. Y es que vivir con él NUNCA es aburrido. Me puedo encontrar matándome de risa en cualquier momento, incluso de mi mismo, y eso me ha hecho tener los pies sobre la tierra. Está presente en las cosas buenas y malas de mi vida, en las cosas sencillas y complejas, y a través de él he aprendido a sentirme seguro y tener confianza en lo que venga.
Ya tengo quien se coma la aceituna de mi papa a la huancaína, quien me despierte en la mañana y me obligue a salir de la cama, quien me despida con una mirada llena de ternura, quien me arrope si me destapo, quien me cuide si me enfermo, quien en la pollería escoja pecho porque sabe que quiero pierna, quien me llene de besos cada vez que estoy triste, quien me acompañe en mis viajes, quien me ayude a ordenar las cosas que voy dejando en desorden, quien me recuerde y me haga cumplir mis compromisos, quien sueñe conmigo y nuestra vida juntos, quien se emocione con sólo verme llegar, quien comparta mi silencio, quien no encuentre mejor lugar que estar en mis brazos.

Sí, hoy es un día especial. Es una oportunidad para decirte Oberón lo mucho que te amo. Feliz 09-09-09!!!!

(Escrito por Umbriel)

martes, 8 de septiembre de 2009

UNA LOCA AVENTURA (DE LUNA DE MIEL)

Como conté en el post anterior, huyendo de los huracanes que azotaron Miami, me subí a un bus con destino a Orlando, Radel me dejó en el paradero inicial y me despedí de él por un par de días, sin embargo a pesar de estar tranquilo, también tenía temor, esta vez si viajaba a una ciudad solo con mi soledad. Me senté al lado de la ventana, de allí vi como Radel desaparecía al caminar del bus y apoyé mi cabeza en la ventana, de pronto después de haber escuchado toda la mañana conversaciones en inglés y en portugués a mi alrededor, se me hizo la luz, un par de chicas bonitas se comunicaron en un español distinto al mío pero igual ¡español!, ¡qué maravilla poder hablar en un mismo idioma con ellas!, una argentina y la otra colombiana. La siguiente mitad del viaje fue distinto, los tres sentados juntos hablando y riéndonos tanto que ¡eran los otros pasajeros los que tenían que escucharnos a nosotros!. La argentina no haría ningún tour, vivía en Orlando, pero la colombiana que se llamaba Blanca tenía exactamente el mismo tour y hasta el mismo hospedaje que yo.

Una vez más me di cuenta de lo maravilloso que es Dios, que a pesar de todo siempre está enviándonos ángeles para no sentirnos perdidos, Blanca fue el mío y de hecho yo fui el de ella, fue tan bella la experiencia de disfrutar juntos esos dos días de montañas rusas y juegos mecánicos tan alucinantes que estoy seguro que con ella ya viví eso de la “luna de miel” muy heterosexual de los recién casados, porque eso parecíamos! tanto que mucha gente al vernos tomarnos las fotos se ofrecía muy solícita a tomarnos juntos “para que tengan fotos de los dos juntitos en su álbum”, era realmente divertido pensar que se trataba de eso, sabía que nunca lo viviría en realidad así que disfruté lo que viví. Fueron dos días llenos de diversión al cien por ciento; y como todo tenía un final, la despedida fue triste. Nunca más volví a saber de ella; pero aún quedan en mi álbum de fotos esas donde salimos los dos abrazados.

Al bajar de mi bus, Radel aún no había llegado a recogerme, así que me quedé esperando en el lobby del hotel-paradero, sin embargo los minutos de espera se convirtieron en más de una hora, así que me empecé a preocupar, me acerqué a los teléfonos públicos, pero por mala suerte no contaba con monedas, de pronto un botones que pasaba por allí y que me había visto revisándome todos los bolsillos, sacó unos centavos y me los dio muy amablemente. Hice la llamada (Radel estaba en una reunión y todavía demoraría un tiempo más en llegar) así que no me quedó más que ir a los sillones del hotel y descansar allí, era casi medianoche. Pero antes de hacerlo fui donde mi buen samaritano para agradecerle el favor, de pronto cuando le di la mano, él la apretó de tal forma que una electricidad me inundó. Alcé la mirada y el botones, que era un cubano muy guapo, mirándome fijamente me dijo “si quieres descansas en mi habitación”, después de haber tragado toda la saliva que tenía y antes de contestar nada, Radel hizo su entrada triunfal, con una sonrisa de oreja a oreja y diciéndome con cariño “¿papa [así sin acento] nos vamos?”. Lo último que escuché del botones después de haberle agradecido nuevamente fue “qué suerte la que tiene tu amigo”. Yo me pregunto ahora, ¿y yo también habré tenido suerte?

(Escrito por Oberón)

martes, 1 de septiembre de 2009

UNA LOCA AVENTURA (NO SE LO DIGAS A NADIE)

Parte de la gran confianza que tuve para viajar a Miami fue que noches antes de mi viaje, durante el sueño, tuve lo que hasta ese entonces era muy común en mí, un deja vu, en el visualicé claramente el departamento de Radel, situación que confirmé cuando entré por primera vez a su hogar, todo estaba tal cual lo había “soñado”, y lo que me llamó más la atención fue el cuadro que colgaba en la pared y motivo del título de este post, se trataba de la reproducción de la pintura que en su momento salió como portada del primer libro de Jaime Bayly : “No se lo digas a nadie”.

Al paso de los años he dejado de tener tan a menudo estos deja vu.

(Escrito por Oberón)